Sony Pictures revisita las películas de superhéroes de Marvel de los años 90 y 00 con una visión visualmente deslumbrante del origen y los poderes clarividentes de Madame Web.
Después de una década del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), Sony Pictures está preparando una nueva incursión en el universo de Marvel con "Madame Web", una película que promete ser una sorpresa para los fans. Dirigida por S.J. Clarkson y protagonizada por Dakota Johnson, la película se aparta de las tramas complejas y el multiverso del MCU para explorar el origen de uno de los personajes menos conocidos y más misteriosos de Marvel.
En los cómics, Madame Web es una anciana sabia, paralizada y ciega, con habilidades psíquicas y clarividentes casi omnipotentes, además de ser una figura matriarcal para las Spider-Women. Sin embargo, en "Madame Web", el personaje se presenta como Cassandra Web, una paramédica ordinaria que trabaja en la ciudad de Nueva York. Fuera del trabajo, Cassandra lucha con su pasado como bebé abandonada en un hogar de acogida, lo que añade una capa de complejidad a su personaje.
Cuando un accidente le concede a Cassandra la habilidad de vislumbrar futuros desastres casi inevitables, se resigna a aceptar su destino. Sin embargo, todo cambia cuando una de sus visiones la lleva a proteger a tres adolescentes muy diferentes de una amenaza mortal. En este proceso, Cassandra asume una gran responsabilidad y se ve imbuida de un inmenso poder.
"Madame Web" representa un regreso a la esencia del género de superhéroes, ofreciendo un enfoque completamente nuevo pero a la vez nostálgico para el cine. Su creativa reinterpretación de los mitos de Spider-Man no solo revitaliza la experiencia cinematográfica de Marvel, sino que también abre nuevos horizontes propios.
Aunque forma parte del mismo universo que las películas de The Amazing Spider-Man lanzadas en la década de 2010, Madame Web se erige como una historia autónoma. No requiere tramas previas, continuidades complejas o introducciones extensas. Solo se necesita un conocimiento básico del mito de Spider-Man para sumergirse en la trama. En este sentido, Madame Web se inspira más en las películas de Spider-Man de Sam Raimi de principios de los 2000 que en el MCU, ofreciendo una entrada independiente y fácilmente accesible al Spider-Verse más amplio. Incluso aquellos que no estén familiarizados con Madame Web o las Spider-Women en los cómics pueden disfrutar cómodamente de este viaje cinematográfico con un contexto mínimo.
Por otro lado, este enfoque independiente podría resultar discordante para aquellos acostumbrados, o incluso desencantados, con la conectividad de la MCU principal. Durante la última década, muchos cinéfilos se han acostumbrado a ver las películas de Marvel y sus personajes de cierta manera, esperando una explicación o interconexión de todo. Madame Web no ofrece esta guía. Sin una línea de continuidad clara, estos cinéfilos podrían experimentar un choque al procesar el enfoque independiente de la película y su historia aislada. Sin embargo, aquellos dispuestos a dejar de lado estas expectativas podrían encontrar refrescante esta nueva versión de Marvel, disfrutando de la narrativa sólida por lo que es: una historia en sí misma, no solo un capítulo en una serie larga y continua interconectada, al menos en el futuro cercano. En resumen, tanto los fanáticos veteranos de los cómics como los recién llegados, con una pasión por el universo de los cómics y una curiosidad amplia, podrían adentrarse en el cine sin conocimiento previo y salir satisfechos.
Incluso más allá de su entorno, particularmente en la Nueva York de 2003, Madame Web adopta un estilo vintage distintivo, con un enfoque más crudo, terrenal y arraigado que evoca las películas de superhéroes de esa época. En muchos aspectos, es un retroceso en el género, volviendo a lo básico y reduciendo la fórmula a sus elementos esenciales, simples pero efectivos. Aunque no carece de acción, aventura, violencia y explosiones, presenta una versión más realista y casi intelectual de los mitos de Marvel, especialmente los de Spider-Man. Hay un equilibrio cuidadoso entre las exigencias de la vida cotidiana, la acción de alto riesgo, los elementos sobrenaturales, el drama y el humor seco y efectivo. Todo esto se respalda con una combinación equilibrada de efectos prácticos y digitales. El resultado es una experiencia cinematográfica dinámica pero realista y humana.
Sin embargo, Madame Web tiene dificultades al principio. La película tarda en encontrar su ritmo, con una secuencia de apertura impactante pero seguida de momentos más lentos que exploran la vida de Cassandra antes de convertirse en superhéroe. Aunque esto ayuda a establecer su aislamiento y tristeza, también ralentiza el impulso inicial que podría haber sido más emocionante. Afortunadamente, una vez que los elementos sobrenaturales cobran protagonismo y el villano se presenta, la película encuentra su paso y avanza con más firmeza.
Madame Web ofrece una visión intelectual de los superpoderes
A pesar de su intrincada y compleja trama, Madame Web presenta una narrativa sólida y cohesionada. Los temas, símbolos, motivos y elementos de la trama se examinan, recogen y entrelazan de manera consistente a lo largo de la película, creando una red completa en lugar de un entramado confuso con hilos sueltos. Estos temas se exploran tanto de forma explícita en el subtexto y el diálogo, como visualmente a través de las visiones psíquicas clarividentes de Cassandra.
El amor maternal es el tema más destacado en Madame Web. La historia de fondo de Cassandra Webb gira en torno a la expedición de su madre embarazada al Amazonas en busca de una rara y poderosa araña, sus propiedades curativas y la misteriosa tribu conocida como Las Arañas. Las tres chicas, la delincuente Mattie Franklin, la mansa e ingenua Julia Cornwall y la descarada e inteligente Anya Corazón, luchan contra el abandono, el duelo y la pérdida de sus padres. Estos traumas se convierten en el catalizador de su relación mentor-aprendiz con Cassandra. Por otro lado, el antagonista Ezekiel Sims está impulsado por su propio sentido de pérdida, pero elige un camino de egoísmo, crueldad y autopreservación. Estos rasgos hacen que la dinámica héroe-villano entre él y Cassandra sea más fuerte y personal. Los temas de amor, pérdida y redención materna y paterna son retratados con habilidad por el sólido elenco de Madame Web.
Dakota Johnson, conocida por Cincuenta sombras de Grey, asume el papel de la superheroína titular con facilidad. Su transformación de una solitaria torpe, aislada y fatalista a una protectora confiada, líder psíquica zen y matriarca benévola es perfecta. Su interpretación inexpresiva y terrenal como la preclarividente Cassandra transmite la inquietud del personaje, la incomodidad social y la compasión apenas reprimida. Asimismo, su evolución hacia Madame Web, más esperanzada, decidida y algo juguetona, se percibe como el curso natural del desarrollo de su personaje y sus circunstancias. Su relación con sus compañeras de reparto -Celeste O'Connor como Mattie, Isabela Merced como Anya y Sydney Sweeney como Julia- equilibra adecuadamente la inquietud, la dulzura, la frustración, la tensión y la amabilidad. Cada una de las chicas tiene la oportunidad de exponer y desarrollar sus personalidades individuales, insinuando el potencial aún inexplorado de sus futuros como superheroínas. Su desarrollo como una unidad funcional de Spider-Women superpoderosas es gratificante. Tahar Rahim como Ezekiel Sims también ofrece una actuación destacada. Brinda una interpretación sutil y elegante que irradia un encanto y un estoicismo fríos y sin esfuerzo. Su versión de Sims es maliciosa pero formal, comedida pero efectiva como un villano icónico. Su presencia física como una versión más oscura de Spider-Man es amenazante y palpable, y su química con la Cassandra de Dakota Johnson captura perfectamente la dicotomía contrastante del desinterés y el egoísmo entre sus personajes.
Madame Web logra llevar la clarividencia a la pantalla
Aunque Madame Web es una película de superhéroes tan clásica como se puede conseguir, es notablemente más embriagadora y cerebral que la mayoría de sus contemporáneas. Esto es apropiado, considerando que los poderes de Madame Web son completamente mentales en lugar de físicos. Más allá de la inclinación intelectual y filosófica de la narrativa, esta embriaguez también se hizo evidente a través de las imágenes. La clarividencia es un poder difícil de trasladar de la ilustración a la pantalla grande, especialmente la forma en que se representan en los cómics de superhéroes. Sin embargo, Madame Web se las arregló para hacer precisamente eso, dando vida a la clarividencia de Cassandra, sus visiones superpuestas en tiempo real del futuro y la icónica formación de la "red" de sus reinos intelectuales y psíquicos, con un efecto deslumbrante.
El productor Lorenzo Di Bonaventura, que no es ajeno a las películas de acción, empleó una combinación de imágenes generadas por computadora (CGI) y efectos prácticos para crear las visiones psíquicas de Cassandra, las formaciones de la red e incluso los poderes de Ezekiel Sims. Esta combinación de efectos, y el equilibrio entre lo práctico y lo digital, le da peso, tangibilidad y gravedad a Madame Web. En manos menos habilidosas, los poderes de Cassandra podrían haber sido fácilmente representados de manera barata y con efectos digitales poco convincentes. Si bien los efectos visuales de Madame Web no intentan ocultar sus orígenes digitales, la sensación de fisicalidad y gracia de su representación le otorga a esta película una capa adicional de valor y dignidad.
Aunque se enreda un poco al principio, Madame Web teje una narrativa fuerte y cohesiva, celebrando el liderazgo femenino, el rechazo del fatalismo pesimista y el empoderamiento que conlleva asumir la responsabilidad. El resultado es una aventura cinematográfica afirmativa y terrenal, y un buen regreso a la forma para un género que desde entonces ha hilado múltiples hilos. Aunque no alcanza la marca de una obra maestra y sigue de cerca los ritmos familiares, Madame Web ofrece suficientes recompensas para aquellos que están dispuestos a suspender las ideas preconcebidas y seguir sus hilos.
