Matadero una Joya argentina


 Santiago Fillol dirige Matadero, una cinta muy concreta que narra la grabación de una película sobre la lucha de clases en unas condiciones insuficientes.

Fillol consigue combinar la paz que transmite un film por momentos pausado –escaso diálogo, escenas de poco movimiento, planos largos de paisajes y sonido de ambiente sin música de fondo– con la incomodidad de la violencia. Esta no siempre se muestra de modo explícito, es más, la mayoría de veces percibimos lo que pasa a través de las expresiones de los rostros del reparto. Pero acaba siendo igual de inquietante.

Por otro lado, el guion no es fácil de seguir. Puede que nos enteremos de lo que ocurre, es decir, de la sucesión de planos como tal, pero cuesta entender los motivos de aquello que vemos.

Con esto, al ver Matadero, nos quedamos con la sensación de haber contemplado un experimento de un director que investiga nuevas formas de hacer cine en vez de producir una historia más a las que nos tienen acostumbrados. Que disfrutemos o no de este dependerá de qué buscamos al acudir a la gran pantalla.

Roger Fonseca

Leo, escribo, escucho música 24/7, juego videojuegos miro películas y series. Mi computadora es mi refugio ah también vivo

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